¿Qué me preocupa después de mi práctica?
No cabe duda que cada vez que recorremos un sendero más por este camino, me doy cuenta de las grandes habilidades que demanda un paso a trote y constante.
Hoy después de las experiencias que he tenido en la escuela primaria, al trabajar con chicos tan espontáneos y con necesidades que requieren ser satisfechas de distinta forma, me doy cuenta de la enorme tarea docente que irradia ambición.
Es decir, me percato de la gran demanda que nuestro servicio exige, pues con quienes interactuamos son seres impredecibles, en el proceso son tantos los involucrados que pocas veces nos damos abasto para dar atención con calidad.
Me preocupa, no controlar situaciones problemáticas entre los chicos, causadas por los diversos contextos a los que pertenecen. Me preocupa no contar con las habilidades intelectuales pertinentes para guiar a los niños en su propio proceso, por ejemplo observar con objetivo para identificar sus necesidades y en referencia a ellas, desarrollar estrategias de aprendizaje significativo y funcional, sin hacer uso de estas prácticas tradicionales que aún flotan en mi trabajo como docente.